Todos nacemos bajo una ideología. También podría haber dicho: Con,
contra , de, desde, etc. Pero dado que somos muy pequeños cuando
nacemos ( no deseo hacer ahora una oda a Pero Grullo, que a la mano
cerrada le llamaba puño) no tenemos la opción hasta muchos años después
de cuestionarnos nada. Y puede que entonces, por medio de la costumbre,
de la educación del gusto, etc, acabemos aceptándola, o. por el
contrario rebelándonos contra ella. Pero sólo podemos hablar de una hipótesis
de libertad cuando, habiendo estudiado, leído y vivido lo suficiente,
elegimos. Aún así, toda ideología marca los límites de nuestro
pensamiento. Pero también es cierto que sin límites es más difícil saber
qué queremos y qué necesitamos, excepto en lo que corresponde a los
instintos, con una deficiencia
( más que una ventaja) los nuestros no
suelen tener límites, los de los animales sí.
Los otros europeos. 8-9- 2016
martes, 8 de noviembre de 2016
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