jueves, 29 de julio de 2010

Javier Egea

Poemas de Javier Egea


Paseo de los tristes

Entonces,
........en aquella ciudad
o en la intuición primera, vaga, de su cuerpo,
el pensamiento aún flotaba en bucólicos careos,
en versos aprendidos sin historia
y no era posible amar
entre unas calles donde todo era sucio,
carne sin brillo,
cuando aún en el mar, la nube y las espigas
sin historia y sin tiempo, vanos,
estábamos durmiendo
........o ignorando
esa gota de sangre que cuelga del amor
-su blanco cuello herido-,
ignorando la clase oscura en que nacimos,
sin consciencia de naves hundidas,
de rubios naúfragos,
condenados a vivir una historia perdida
de explotación y soledad, de muerte enamorada,
sin saberlo.

Y sin embargo,
entre los autobuses, el gentío,
en la dulce ignorancia,
fue creciendo una luz
que nos hizo sentir un crujido brillante
después que allí, en la sórdida pensión
donde siempre se asilan viajeros sin destino,
gentes oscuras,
en un lugar sin esperanza,
dos cuerpos se sintieron indefensos
sudando en el asombro de la primera felicidad.


19 de mayo

Existe una razón para volver.
6 de la madrugada de la calle Lucena
donde los basureros y el sereno
tenían su eterna cita
con el café con leche y el aguardiente seco,
adonde los borrachos concluían
la noche soñolienta del vino repetido.

19 de mayo. Pensión Fátima
en donde la pregunta del abrazo desnudo
supo al fin el porqué de tanta lucha,
la clave del sudor sobre las sábanas,
y la virginidad redonda, amanecida,
reconoció la llave de su casa madura,
con una verde mano le puso rumbo exacto
y la llevó a su centro
y siempre siempre siempre
nació allí la tormenta del esperado amor
como un racimo.

¿Quién hubiera pensado
que la 3ª planta,
la habitación oscura,
el urinario sucio,
las hojas del diario clavado en la pared
y la maceta artificial,
el plástico
de las flores chillonas,
iban a ser testigos
de aquel incandescente poderío,
de tanta luz sin freno,
de aquella tempestad acribillada?

Después de tantos pájaros
persiste en los teléfonos del aire,
en alta mar aún vive
y es el regreso un tramo de la vida.
Existe una razón
para volver a la ciudad del gozo,
a la pequeña aldea de la pensión barata
y las comadres
raídas en la esquina.

Existe una razón
para aquella manzana de casas apagadas,
para una turbia calle
que fue la geografía de mi primer amor,
el mapa donde tuvo mi gran pasión su cuna.


Raro de luna I

Il y a des gens quelque part qui n´en peuvent plus de silence
(Hay en algún lugar personas que no soportan ya el silencio)
Louis Aragon


........Allí
donde las islas
donde floten los párpados aquellos
las negras islas
las definitivas arenas secretas allí
cuando se agota el brillo de los abordajes
allí mientras llaman las sirenas últimas
pequeña perla negra
donde las islas negras
........allí
donde quizá los cofres aquellos entonces entrevistos

........No No era este el lugar
Para ti siempre quise
avenidas sin látigo
plazas sin gentes pálidas que se desploman
chapoteando caen mientras que sangran y por siempre caen
del verdín de las gárgolas y de las cicatrices
sobre reinos vastísimos de laberintos y de topos
........caen

Quizá fuera posible
quizá pensé que al menos esa lluvia de los ojos de patio
algún día tomar las islas negras a embestidas
para tu cuerpo
para las cruces en el mapa de fuego

........No No era este el lugar
ni su aventura alquilada
definitivamente para ti

Pero oigo las andanadas secas contra muros y sueños
todo enmudece frente a las altas sienes sin alba
todos los brazos cierran sus mundos presentidos
en el punto de mira de la noche tirita su silencio
y mis ojos ahora perdidos
-ropa olvidada en perchas ya sin luna-
entre los siete por siete metros de estampida
buscan tus otros ojos perdidos
tus otros bosques sin galope

........Al entrar
siete por siete pozos por siete olas por siete labios despoblados
y a las charnelas
a su desvencijado saludo
respondo siempre habito este palacio
por los reinos del frío del frío
voy a las grutas del 2.º B
nadie con esa llave
nadie con esos ojos al entrar
siete por siete mares por siete soledades

¿Cómo contar ahora que la muerte se llama 2.º B
cómo decir 2.º B sin abismarse
por la tiniebla de porteros eléctricos y solos
cómo decir a nadie yo soy el enamorado del 2.º B
quién saca la basura del 2.º B
dónde se prende la luz del 2.º B
cómo vivir
cuando su nombre pálido te cerca?

Hay noches que no ofrecen
sino palomas ciegas en sus escaparates
Hay en algún lugar personas que no soportan ya el silencio

Soledades al filo de la pólvora
soledades que tienen chaqueta en su respaldo
soledades con banqueros al fondo
soledades de las torres
........las desmoronadas torres
soledades canallas bogando las venas y los albañales

No No era este el lugar ningún lugar nunca más un lugar


Poética


Vino primero frívola -yo niño con orejas-
y nos puso en los dedos un sueño de esperanza
o alguna perversión: sus velos y su danza
le ceñían las sílabas, los ritmos, las caderas.

Mas quisimos su cuerpo sobre las escombreras
porque también manchasen su ropa en la tardanza
de luz y libertad: esa tierna venganza
de llevarla por calles y lunas prisioneras.

Luego nos visitaba con extraños abrigos,
mas se fue desnudando, y yo le sonreía
con la sonrisa nueva de la complicidad.

Porque a pesar de todo nos hicimos amigos
y me mantengo firme gracias a ti, poesía,
pequeño pueblo en armas contra la soledad.


Javier Egea

domingo, 18 de julio de 2010

Edén

Edén


Dueña de un universo de ticholos
señora de un jardín de minerales,
aves del paraíso,
orquídeas voladoras.

Dueño de un universo desolado,
jamás creíste que pudiera un día
volver a amanecer con colibríes
o iluminar la cena con luciérnagas.
Hombre de poca fe,
solo en tu mundo,
tú creas la miseria que te acosa.

(Al este del edén)

Verónica Pedemonte

viernes, 9 de julio de 2010

Feliz verano

HOJAS

Todo cae, ha caído, o caerá.


La vieja hoja de parra se resiste,
y se agarra lasciva al tierno brote
que asfixiado repele la hoja del ayer.
Pasa la página y encuentra
respuesta a este acertijo.
Adán se cubre con hojas de periódico.
No hay Edén sin ceguera
ni conocimiento sin manzana.
La vieja hoja de parra que cae de la mente
y se aventura a girar en el viento.
Dejando al brote frente al mundo.


Verónica Pedemonte

Cuando Europa era el mundo

miércoles, 7 de julio de 2010

Cuando Europa era el mundo

EL GATOPARDO

I
La casa de mi padre me quiso combativo:
Di libertad o lucha hasta la muerte.
La casa de mi padre me enseñó el ayuno,
ayuno solidario con los pobres del mundo.
La casa de mi madre me hizo superviviente,
agárrate a la tierra de esta estirpe sagrada.
En casa de mi madre el pan se repartía
a todo mendicante los lunes y los jueves.
La casa de mi padre me hizo benevolente,
biempensar* era el gesto de todo diplomático.
La casa de mi madre me hizo intransigente
con la luz apagada de la vida mediocre.
La casa de mi padre puso una pica en Flandes
pero vino el gobierno y la borró del mapa.
La casa de mi madre me construyó un castillo,
dos torres con almena y una torre-vigía
que en la guerra española sucumbieron.
La casa de mi madre jamás jugó en la feria
porque “ juegos de manos son juegos de villanos”.
A casa de mi padre venían los visionarios
a aprender la manera de jugarse la piel
la derrota en los ojos, algún as en la manga...
La casa de mi madre porque nobleza obliga
prefería la muerte al deshonor.


II

Con la espina dorada cruzaron los océanos,
para ayunar los días de ayuno,
y repartir el pan lunes y jueves.
Hacer fértil la tierra, luchar por la justicia,
morirse con el deshonor.
Llevar el as de picas
a Varsovia o a Flandes.
No jugar con villanos a las cartas.
Reconstruir castillos en la arena.




III

Disfruto del almuerzo
con la mano derecha,
sólo cuando no tengo a pobres ayunando
los lunes y los jueves en mi estómago.
Me asomo a las almenas
los días de niebla aguda,
cuando los visionarios
contemplan con sus ojos la derrota.
Y digo: hay villanos que juegan con la Historia.
El honor fallece de vergüenza
cuando la libertad es masacrada.
En donde no hay justicia nada es cierto.
Meriendo con mis lares,
y contemplo a lo lejos el fin de las especies.
Las garras prestas, la mirada altiva,
la mano izquierda sobre el corazón.

*M antes de p.



Verónica Pedemonte


Cuando Europa era el mundo,
Finalista del Premio Internacional Ciudad de Melilla
Primwer Accésit del Premio Internacional Ciudad de Las Palmas