jueves, 18 de mayo de 2017


QUE EL AMOR NOS SALVE DE LA MUERTE

La Psicología, la Filosofía, la Sociología, como ciencias que se creían libres, se cuestionaron el mundo. A veces algunos de esos pioneros se equivocaron, o se les "fue la olla", "la flapa", de tanto pensar o experimentar. Hoy en día, donde hay tanto mercenario por doquier, incluso, donde la misma disidencia puede estar controlada, valoramos más los esfuerzos de quienes se cuestionaron el mundo tal como era. Como decía el mismo Nieztsche "si miras mucho al abismo, el abismo acaba por mirarte a ti", o tú por parecerte al abismo. Escribí hace tiempo que las palabras hoy conservan el significante, pero que han perdido o alterado su significado. Por ejemplo, ¿qué serían nazismo, o fascismo hoy?¿son sólo movimientos políticos nacionalistas y totalitarios? ¿dónde o cómo surgieron ? Porque de la nada no fue. Decía Wilhem Reich quién murió demenciado en EEUU después de haber sufrido persecuciones varias (reales, no imaginarias) que el fascismo o el nazismo no eran sólo un movimiento político, sino que acaban funcionando como plaga y es contagiosa. "Peste emocional" la llamaba Reich. Y también afirmó que existía el fascismo blanco y el fascismo rojo (suficiente para encerrarlo).
Una psicoanalista argentina nos contaba que para que una dictadura funcione, tiene que haber un pequeño dictador en cada casa que haga asimilarse al resto de la "unidad de convivencia" a esa dictadura.
Hoy no podemos culpar sólo a los movimientos políticos de las actitudes individuales, debemos regresar a Freud (quien también tiene luces y sombras) pero que nos instruyó sobre Eros y Tánatos. ¿Tú qué eliges?
"Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida." Finalizo con esa frase de Neruda. Y seguimos intentando pensar en libertad, una hermosa utopía.

Verónica Pedemonte. Los otros europeos

lunes, 15 de mayo de 2017

     Universo piruleta


Estaba acostumbrada a escribirme con gente que no usaba su nombre, desde entonces comprendo a Pessoa un poco más cada día.
¿Cuántos somos en realidad?. Un poema publicado en el blog de su amigo ( ¿no es usted amigo de sus amigos?) decía: "Todos los nombres en una sola pessoa."
No recuerdo el nombre del autor, pero me dije: es genial.

Nacemos, eso creo, conectados al absoluto, creo que nacemos sabios. La ignorancia viene después.
La maestra de Jardinera (Jardín de Infancia) dice: dibuja un árbol. Cada niño dibuja uno distinto, con más o menos pericia, más o menos talento, pero el suyo. Bien, tampoco es el suyo, pero se le aproxima. Han tenido tres años de pugna con el mundo y sus padres, o de concordia y pugna.
 ¿Quién es? ¿Es el héroe emergente con su propio concepto que sabe decir no, o es el ser sometido que castigaron cuando dijo no? ¿Es alguien que llegó a un acuerdo?
El niñito (o niñita) dibuja el árbol producto de su combate o de su concordia, o de su amor.
Después llega la maestra y les dice:  Muy bien, pero "ÉSTE ES EL ÁRBOL". Muestra una nubecita verde y homogénea clavada en un palito, como una piruleta. Y se van a hacer gárgaras los universos.
El héroe, hoy, con gran desprestigio, es el que sigue sabiendo decir no. El que defiende su universo, el que siente empatía por los universos ajenos.
El que dice: Me vale el esperanto-piruleta primario que me ofreces, pero éste soy yo, complejo, distinto, con matices.
Si la realidad es Maya, cuando empieza la danza y caen los velos, que no nos encuentre en bandeja como a Juan el Bautista. Sólo al final, pero nunca en bandeja.

Verónica Pedemonte. Viaje circular.