martes, 8 de noviembre de 2016

Todos nacemos bajo una ideología. También podría haber dicho: Con, contra , de, desde, etc. Pero dado que somos muy pequeños cuando nacemos ( no deseo hacer ahora una oda a Pero Grullo, que a la mano cerrada le llamaba puño) no tenemos la opción hasta muchos años después de cuestionarnos nada. Y puede que entonces, por medio de la costumbre, de la educación del gusto, etc, acabemos aceptándola, o. por el contrario rebelándonos contra ella. Pero sólo podemos hablar de una hipótesis de libertad cuando, habiendo estudiado, leído y vivido lo suficiente, elegimos. Aún así, toda ideología marca los límites de nuestro pensamiento. Pero también es cierto que sin límites es más difícil saber qué queremos y qué necesitamos, excepto en lo que corresponde a los instintos, con una deficiencia
 ( más que una ventaja) los nuestros no suelen tener límites, los de los animales sí.
Los otros europeos. 8-9- 2016