jueves, 28 de abril de 2011

Gonzalo Rojas

Salve a Gonzalo Rojas.

Dios te salve Gonzalo Rojas,
a ti llamamos las desterradas
hijas de Eva, a ti suspiramos gimiendo
en este valle de lágrimas y besos
porque has perdido el pie
de un zapato Gonzalo Rojas,
y también el otro.
El pie en el aire
el alma cerca.
Con alma de Fax te escribo
bajo los ángeles de Alberti.
Quién soy yo,
sino la hija de alguien poeta
que quizá probó la vid de Chile
cuando era vida, contigo.
¿Quién lo sabe?
Ese zapato en el aire
tan cerca del alma.
Y qué se puede hacer
con un zapato
áureo y vacío. Dios te salve.
“No estés ahí mirándonos debajo
de la lluvia,
todo es herida, pasa...”


Verónica Pedemonte Morillo-Velarde

Al este del edén 1997 (plaquette)

lunes, 25 de abril de 2011

GONZALO ROJAS

SEBASTIÁN ACEVEDO


Sólo veo al inmolado de Concepción que hizo humo
de su carne y ardió por Chile entero en las gradas
de la catedral frente a la tropa sin
pestañear, sin llorar, encendido y
estallado por un grisú que no es de este Mundo: sólo
veo al inmolado.


Sólo veo ahí llamear a Acevedo
por nosotros con decisión de varón, estricto
y justiciero, pino y
adobe, alumbrando el vuelo
de los desaparecidos a todo lo
aullante de la costa: sólo veo al inmolado.


Sólo veo la bandera alba de su camisa
arder hasta enrojecer las cuatro puntas
de la plaza, sólo a los tilos por
su ánima veo llorar un
nitrógeno áspero pidiendo a gritos al
cielo el rehallazgo de un toqui
que nos saque de esto: sólo veo al inmolado.


Sólo al Bío-Bío hondo, padre de las aguas, veo velar
al muerto: curandero
de nuestras heridas desde Arauco
a hoy, casi inmóvil en
su letargo ronco y
sagrado como el rehue* acarrear
las mutaciones del remolino
de arena y sangre con cadáveres al
fondo, vaticinar
la resurrección: sólo veo al inmolado.


Sólo la mancha veo del amor que
nadie nunca podrá arrancar del cemento, lávenla o
no con aguarrás o sosa
cáustica, escobíllenla
con puntas de acero, líjenla
con uñas y balas, despúntela, desmiéntanla
por todas las pantallas de
la mentira de norte a sur: sólo veo al inmolado.

Gonzalo Rojas, 1986

GONZALO ROJAS


Sebastíán Acevedo


Sólo veo al inmolado de Concepción que hizo humo
de su carne y ardió por Chile entero en las gradas
de la catedral frente a la tropa sin
pestañear, sin llorar, encendido y
estallado por un grisú que no es de este Mundo: sólo
veo al inmolado.


Sólo veo ahí llamear a Acevedo
por nosotros con decisión de varón, estricto
y justiciero, pino y
adobe, alumbrando el vuelo
de los desaparecidos a todo lo
aullante de la costa: sólo veo al inmolado.


Sólo veo la bandera alba de su camisa
arder hasta enrojecer las cuatro puntas
de la plaza, sólo a los tilos por
su ánima veo llorar un
nitrógeno áspero pidiendo a gritos al
cielo el rehallazgo de un toqui
que nos saque de esto: sólo veo al inmolado.


Sólo al Bío-Bío hondo, padre de las aguas, veo velar
al muerto: curandero
de nuestras heridas desde Arauco
a hoy, casi inmóvil en
su letargo ronco y
sagrado como el rehue* acarrear
las mutaciones del remolino
de arena y sangre con cadáveres al
fondo, vaticinar
la resurrección: sólo veo al inmolado.


Sólo la mancha veo del amor que
nadie nunca podrá arrancar del cemento, lávenla o
no con aguarrás o sosa
cáustica, escobíllenla
con puntas de acero, líjenla
con uñas y balas, despúntela, desmiéntanla
por todas las pantallas de
la mentira de norte a sur: sólo veo al inmolado.

Gonzalo Rojas 1986.

domingo, 24 de abril de 2011

Un poema de José Saramago

Un poema de José Saramago y mi traducción casi libre.


Na ilha por vezes habitada do que somos,
há noites, manhãs e madrugadas
em que não precisamos de morrer.
Então sabemos tudo do que foi e será.
O mundo aparece explicado definitivamente
e entra em nós uma grande serenidade,
e dizem-se as palavras que a significam.
Levantamos um punhado de terra
e apertamo-la nas mãos. Com doçura.
Aí se contém toda a verdade suportável:
o contorno, a vontade e os limites.
Podemos então dizer que somos livres,
com a paz e o sorriso de quem se reconhece
e viajou à roda do mundo infatigável,
porque mordeu a alma até aos ossos dela.
Libertemos devagar a terra
onde acontecem milagres como a água, a pedra e a raiz.
Cada um de nós é por enquanto a vida.
Isso nos baste.

José Saramago

Na ilha por vezes habitada, "Provavelmente alegria"


En la isla a veces habitada de lo que somos
hay noches, mañanas y madrugadas
en que no precisamos morir.
Entonces sabemos todo lo que fue y será.
El mundo se nos aparece explicado definitivamente.
Penetra en nosotros la serenidad inmensa
y se pronuncian las palabras que significan.
Levantamos un puñado de tierra
y la estrechamos con dulzura.

Allí está toda la verdad soportable,
el contorno, la voluntad y los límites.
Podemos en ese momento decir que somos libres
con la paz y la sonrisa de quien se reconoce
viajero, alrededor del mundo, infatigable,
que mordió el alma hasta los huesos.
Liberemos la tierra donde ocurren milagros
como el agua, la piedra y la raíz.
Cada uno de nosotros es todavía la vida.
Eso nos baste.

(Traducción un " pouco livre"
de En la Isla a veces habitada, Probablemente alegría)

Es como una meditación zen.

viernes, 22 de abril de 2011

Agnus Dei - Rufus Wainwright

Agnus Dei - Rufus Wainwright


http://www.youtube.com/watch?v=DxWks0DOZrQ

lunes, 18 de abril de 2011

Ciudadela

Hoy derrumbé la vieja ciudadela,
antigua torre de Babel abierta,
por la que salen todas las lenguas.
Arranqué las cortinas y dejé entrar la luz.
El sol quemó los sórdidos lugares
en donde el odio habita, tuve espacio.
Coloqué las medallas que gané cada día
a la condecorada lid de la muerte.
Pero tú apareciste a cambio de la nada,
y hoy te llevo como Leda a su cisne
abrazado a mi carne, pero tú no lo sabes,
y te quejas y cantas como si fueras libre.



Verónica Pedemonte Morillo-Velarde

Esclavos y Libertos, Gerardo Diego, Santander

lunes, 11 de abril de 2011

Tiembla, Roma (Cuando Europa era el mundo)

A LA LOBA DE ROMA

Allá en los arrabales,
tenías pocos años
cuando Rómulo y Remo
te hicieron su nodriza.
En tu puerta escribiste:
SOY LA LOBA DE ROMA
HAY LECHE PARA TODOS.
A mí acuden la púrpura y la espada.
Aunque la flor la dejo para otras.
Y si Rómulo y Remo
me salieron bastardos,
mi instinto me asegura
que más de un asesino
ha probado mis ubres.
Hice lo que sabía.
Nací en la madriguera
de las perras tenaces.
Soy la loba de Roma.
Si no puedo recitar a Virgilio
mis caderas entienden a Catulo.



CUALQUIERA

Onán tiene tu nombre.
Llega de noche,
rasga la blonda
y me interroga
como la GESTAPO,
y yo le doy tu nombre,
pierdo la dignidad,
me convierto en cualquiera.


AL PIE DEL CORAZÓN

Cuanto duele este amor
producto de mi mente
que se instala
al pie del corazón
y dice:
Existo.



A LA HECHICERA

Dile a Cupido,
si te lo encuentras (en los momentos mágicos)
que no bebió de la loba de Roma.
Tiene una leche pésima.



Verónica Pedemonte


Cuando Europa era el mundo (Las Palmas, 2006)

viernes, 1 de abril de 2011

Los tres monos

Los tres monos se taparon la boca, los ojos, los oídos.

Amanecer con colibríes

Fe en los jardines

Dueña de un universo de ticholos.
Señora de un jardín de minerales,
parras ardientes
y orquídeas voladoras.

Dueño de un universo desolado,
jamás creíste que pudiera un día
Volver a amanecer con colibríes
o iluminar la cena con luciérnagas.

Hombre de poca fe,
solo en tu mundo,
tú creas la miseria
que te acosa.

Verónica Pedemonte

Al este del edén