jueves, 30 de abril de 2009

La edad de la inocencia

LA EDAD DE LA INOCENCIA



Cuando las banderas rojas
que la tarde tornaba
violetas con su yugo
ondeaban. Entonces
la edad de la inocencia.
Tu cuerpo en gloria,
gaudeamus igitur,
parias de la tierra.
No lo honres, hoy yace
con el montón de muertos.
Bandera insobornable
aquella que la tarde
convirtiera en violeta.
Deja a los muertos
que honren a los muertos.
Honra la vida sólo.

(Dulcinea en Manhattan )

Resistencia

NOVECENTO ( II )
1999

A tío Pip

Mis sandalias rosadas para Adela.
Mis poemas surrealistas al viento.
Mi tío Pip murió, sus libros
donados al Liceo.
Aquel vestido de la resistencia.
Los grises le pegaron
a Lin donde no duele a los ojos.
Tú eres mi patrón y no te amo.
Los sueños sobrepasan los esquemas,
por encima de las posibilidades.
Mis vestidos rosados para Adela.
Los zapatos de Olmo en el espejo.
Y Pip tiene una lápida
con versos de Darío:
Sigue tu rumbo de amor, eres poeta.

Yo me abrazo a mi olmo centenario
y conservo en la piel la resistencia.

(Dulcinea en Manhattan)

Novecento ( I )

NOVECENTO ( I )

A Bertolucci.

Pasaron por encima de nosotras
los ejércitos, los rudos ejércitos
sin piedad y sin nombre
defendiendo nombres extranjeros
nombres extraños al corazón humano.
Sin nada que oponer, nuestro cuerpo
muralla contra el odio .
Pechos que amamantaron vidas
enfrentándose solos a la muerte.
Pasaron por encima de nosotras.
Defendiendo nombres infames
nombres sin ningún rostro,
nombres tras el acero
que segaba las vidas y los sueños.
Los hijos enterrados
en las cajas de frutas.
La muerte ,Olmo, era su insignia. Ser
inmortal en la muerte, rendir culto
a la sombra intangible de la estatua.


(Dulcinea en Manhattan )

Dulcinea en Manhattan

LOS SANTOS ADOLESCENTES


El hábil inca que en tu mano reza
me condujo al altar.
La revolución era un pañuelo
rojo en tu camisa.
El pelo heroico al viento
de tu discurso ardiente.
Y qué traición la tuya,
dejarme así, a medio morir,
el corazón en el mármol.
Sin consumar el sacrificio.
Vagué sin brújula
por el espacio tiempo.
Un vuelco del destino
me hizo volver de nuevo.
Tu corazón dormía
en el altar del índice Nikkei.
La rebelión era un pañuelo desteñido.
Recuperé mi corazón.

(de Dulcinea en Manhattan )

miércoles, 29 de abril de 2009

A los que juzgan

Decía Olga Moliterno , a la que tuve la suerte de conocer en la Fundación Alberti, que España es un país difícil.
Decía "me levanto, me lavo la cara , me pinto los labios, me perfumo, y así me dirijo por la mañana a la calle con el rostro limpio, preparada para recibir un par de bofetadas".
Una mujer muy valiente, y admirable. Conoció el exilio argentino de Alberti y contaba increíbles anécdotas. Para Eduardo Haro Tecglen Olga Moliterno era la "mágica Olga, defendía a sus amigos a dentelladas".
Imagino lo difícil que tuvo que ser para su inteligencia soportar el machismo carpetovetónico de algunos en una España en la que cuando ella llegó aún las mujeres no podían ponerse ni siquiera un ratito los pantalones.
Si así hubiera sido quizá la bofetada se la hubiera llevado otro.
Olga, salud !
A tu memoria.

Idea Vilariño no quiso ser la última

Tan arduamente el mar...

Tan arduamente el mar,
tan arduamente,
el lento mar inmenso,
tan largamente en sí, cansadamente,
el hondo mar eterno.
Lento mar, hondo mar,
profundo mar inmenso...

Tan lenta y honda y largamente y tanto
insistente y cansado ser cayendo
como un llanto, sin fin,
pesadamente,
tenazmente muriendo...

Va creciendo sereno desde el fondo,
sabiamente creciendo,
lentamente, hondamente, largamente,
pausadamente,
mar,
arduo, cansado mar,
Padre de mi silencio.

Idea Vilariño (Montevideo un día y hasta la eternidad )

martes, 28 de abril de 2009

Mario Benedetti

"¿y si Dios fuera una mujer?
-Juan Gelman"

¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.

Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.

Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.

Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.

Mario Benedetti

viernes, 24 de abril de 2009

Brumas

Escribir contra la Nada. Solidificarse.Llegar al futuro en forma de piedra de Roseta. Ser traducido.Descifrarse en la cuerda de un quipo que ataron otras manos.La Piedra de Roseta destruida por una bomba nuclear. Evaporarse, caer en forma de lluvia sobre las hojas sanas, ser lamido por una lengua indígena, transmitirse en lenguas vivas. Tradición oral.

jueves, 23 de abril de 2009

Día del libro

Hoy es un día D, desembarco entonces con los otros europeos, para felicitar a Marsé por su premio y a Eduardo Galeano, que por un efecto mariposa se ha convertido en best seller mundial con su libro las Venas abiertas de América latina, publicado en el 71.
Todos los que tenemos asignado un día D es porque mundialmente nos hace mucha falta. Según los últimos informes y pese al optimismo reinante , el 45& de los españoles no ha tocado un libro en lo que va de año, quiero creer que no lo han tocado porque quizá leen libros electrónicos.

sábado, 18 de abril de 2009

EL JARDÍN DE LOS FINZI-CONTINI

El borde mismo de tu boca.
Julio Cortázar
Hoy me acerqué a la reja
de la antigua casa.
La hierba crecía desigual
donde tu madre antes
plantaba madreselvas.
Puse mi mano en el hierro,
donde tantas veces.
La mano en el lugar herrumbroso.
A lo lejos la casa vacía.
Temblaban las ventanas
como si fueran párpados.
La cancela me hablaba
en un vaivén de puerta enmohecida,
pronunciaba tu nombre,
con una voz cascada
de mucama antigua
que busca sin encontrarte:
¿Dónde estás, joven Lauro,
no vienes a la cena?

Un brillo entre los juncos.
Creí sentir sus ojos
clavados en mi nuca.
Su mano jugando con mi pelo.
su boca, el borde mismo de su boca
saliendo de la hierba.
Su cara de judío
del gueto de Varsovia.
Su cara de europeo combatiente,
en ese extraño recodo del Mar del Plata.
Otra vez la mucama pronunciaba su nombre,
y la madre a la mesa servía dulces.
¿Dónde estás joven Lauro,
no llegas a la cena?

Los otros europeos y El jardín de los Finzi-Contini
(Cuando Europa era el mundo, Las Palmas 2006)
LOS OTROS EUROPEOS

Buenos Aires es Nápoles.
Cuánto llueve en Palermo.
Cantame* un tango
o quizá la marsellesa.
Estabas en París,
vestías de rojo,
cuando los nazis
invadieron tu patria.
Montevideo, esa ciudad de Europa,
estaba llena de judíos polacos,
de italianos de Roma
de Toscana, del Véneto,
mercaderes de Génova.
Alemanes de Hitler
y niños del Brasil.
Españoles de cualquier España,
campesinos o hijos de virreyes,
traidores, héroes, y poetas.
Los ingleses dejaron un gentleman
que toma el té a las cinco
y come pastelitos Save a queen
mientras juega al scrable en spanglish
con Malvinas-No Future.
Los franceses sembraron
cementerios marinos
en la Isla de Lobos,
flores de Baudelaire
adolescentes de Rimbaud.
Cántame* un tango o quizá la marsellesa.
No sé si lo soporto si no estás a mi lado.
La sangre cayó sobre la tinta.
El tiempo pasará.


*La esdrújula es el verso que faltaba.