martes, 27 de abril de 2010

Juana de América

Cuando hemos conocido personalmente a algunos personajes de la Historia de la Literatura, nos resulta muy difícil distanciarnos para hacer una reseña. Conocí a Juana de Ibarbourou, cuando ella era una anciana regia y yo contaba sólo con cuatro años de edad. Conservaba el porte de su juventud y un semblante entre orgulloso y nostálgico, o nostálgico y algo sombrío, por la sombra, tal vez, de ese recuerdo que regaba como una nube llena de agua su casa, hoy me dicen que Museo. Una poeta que más que Juana de América se llamaba a sí misma, hija de la Naturaleza, o Juana de la Naturaleza, casi una Jane de la Selva y su Chico Carlo su tarzán. Me habló de su tierra natal, que es siempre donde están las raíces, cuando íbamos a su casa, mi madre y yo, camino de la consulta, para muelas grandes y posteriormente para niños mellados, del doctor Jorge Meretta en la calle Garibaldi .
Juana publicó por primera vez su Chico Carlo en 1944 pero conoció varias ediciones, una de ellas con prólogo de mi padre en los últimos años sesenta.

Como este libro cayó pronto en mis manos, su influencia fue enorme en una edad crucial y amplíó mi universo, enseñándome a ver mundos en una mancha de humedad o más allá de Orión.

Me regaló una cesta de frutas, después de pasear por su jardín mientras recitaba "ciruelos redondos, limoneros rectos", o "pitanga de los arroyos, ñangapiré".
Es probable que algunos intelectuales que viven por encima y más allá del nativismo, consideren algún verso de Juana dentro del folklore, porque la pedantería del mono que se encierra en una caja no conoce límites y la "intelectualidad" consiste sólo en cabezas parlantes si no se reconocen las emociones. Juana es, por supuesto, una hija de su tiempo, que no conoció los deleites de la política, una joven campesina desenraizada, y casada muy tempranamente (como es costumbre de la tierra) con un capitán que estaba muy lejos de ser su alma gemela, aunque el amor por ciego no conoce fronteras. Una campesina de buena familia, con enorme sensibilidad social, sin poder evitar cierto criollismo colonialista, muy culta y de raíz salvaje , raíz que el viejo Montevideo ciudadano no le pudo nunca arrancar del todo, aunque yo ame el recuerdo nublado de sus calles grises, que no cabe duda, Juana me sembró de selva.

Tanto mi libro Lenguas de fuego, como mi novela Viaje circular tienen una deuda de gratitud con Juana de la Naturaleza.

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Juana Fernández Morales, Juana de Ibarbourou, Juana de América, nació en Melo (Cerro Largo). Su padre era español, gallego, nacido en Lourenzá (Lugo) —cuya biblioteca municipal lleva el nombre de Juana de Ibarbourou— y su madre pertenecía a una de las familias españolas más antiguas del Uruguay. Adoptó el apellido de su marido,Ibarbourou, con quien se casó cuando tenía veinte años. En 1947 fue elegida miembro de la Academia Uruguaya y en 1959 le fue concedido el Premio Nacional de Literatura, otorgado ese año por primera vez. Recibió el nombramiento de "Juana de América"
Desde muy joven empezó a publicar los primeros poemas bajo el seudónimo de Juanita de Ybar,los cuales fueron compilados en su primer libro, «Lenguas de Diamante».
Su estilo inicial se encuadra dentro de la órbita modernista, vinculándose luego al vanguardismo.Ganó el Premio Nacional de Literatura en el año de 1959.Fue candidata al Nobel. Falleció en 1979.
Entre sus obras (en verso y en prosa) destacan Las lenguas de diamante (1919), Raíz salvaje (1922), La rosa de los vientos (1930), Azor (1953),Mensaje del escriba (1953),Angor Dei (1967), Canto rodado (1958), Juan Soldado (1971) o Chico Carlo (1944) memorias noveladas o colección de relatos sobre su infancia, a través de su alter ego Susana o su gemelo Chico Carlo)
De Chico Carlo, de mi ejemplar Huemul con prólogo de Hugo Emilio Pedemonte (creo en el año sesenta y siete, no se lee la fecha de tan borrada y puede que falten algunas líneas) les ofrezco hoy La Mancha de Humedad :


La mancha de Humedad


Hace algunos años, en los pueblos del interior del país no se conocía el empapelado de las paredes. Era éste un lujo reservado apenas para alguna casa muy importante, como el despacho del Jefe de Policía o la sala de alguna vieja y rica dama de
campanillas. No existía el empapelado, pero sí la humedad sobre los muros
pintados a la cal. Para descubrir cosas y soñar con ellas, da lo mismo. Frente a
mi vieja camita de jacarandá, con un deforme manojo de rosas talladas a
cuchillo en el remate del respaldo, las lluvias fueron filtrando, para mi regalo,
una gran mancha de diversos tonos amarillentos, rodeada de salpicaduras
irregulares capaces de suplir las flores y los paisajes del papel más abigarrado.
En esa mancha yo tuve cuanto quise: descubrí las Islas de Coral, encontré el
perfil de Barba Azul y el rostro anguloso de Abraham Lincoln, libertador de
esclavos, que reverenciaba mi abuelo; tuve el collar de las lágrimas de
Arminda, el caballo de Blanca Flor y la gallina que pone huevos de oro; vi el
tricornio de Napoleón, la cabra que amamantó a Desdichado de Brabante y
montañas echando humo de las pipas de cristal en que fumaban sus gigantes o
sus enanos. Todo lo que oía o adivinaba, cobraba vida en mi mancha de
humedad y me daba su tumulto o sus líneas. Cuando mi madre venía a
despertarme todas las mañanas, generalmente ya me encontraba con los ojos
abiertos, haciendo mis descubrimientos maravillosos. Yo le decía con las
pupilas brillantes, tomándole las manos:
–Mamita, mira aquel gran río que baja por la pared. ¡Cuántos árboles
hay en sus orillas! Tal vez sea el Amazonas. Escucha, mamita, cómo chillan los
monos y cómo gritan los guacamayos.
Ella me miraba espantada:
– ¿Pero es que estás dormida con los ojos abiertos, mi tesoro? ¡Oh,
Dios mío!, esta criatura no tiene bien su cabeza, Juan Luis.
Pero mi padre movía la suya entre dubitativo y sonriente, y contestaba
posando sobre mi corona de trenzas su ancha mano protectora:
–No te preocupes, Isabel. Tiene mucha imaginación, eso es todo.
Y yo seguía viendo en la pared manchada por la humedad del invierno,
cuanto apetecía mi imaginación: duendes y rosas, ríos y negros, mundos y
cielos. Una tarde, sin embargo, me encontré dentro de mi cuarto a Yango, el
pintor. Tenía un gran balde lleno de lechada de cal y un pincel grueso como un
puño de hombre, que introducía en el balde y pasaba luego concienzudamente
por la pared, dejándola inmaculada. Fue esto en los primeros días de mi
iniciación escolar. Regresaba del colegio, con mi cartera de charol llena de
migajas de bizcochos y lápices despuntados. De pie en el umbral del cuarto,
contemplé un instante, atónita, casi sin respirar, la obra de Yango, que para mí
tenía toda la magnitud de un desastre. Mi mancha de humedad había
desaparecido, y con ella mi universo. Ya no tendría más ríos ni más selvas.
Inflexible como la fatalidad, Yango me había desposeído de mi mundo. Algo,
una sorda rebelión, empezó a fermentar en mi pecho como una burbuja que,
creciendo, iba a ahogarme. Fue de incubación rápida cual las tormentas del
trópico. Tirando al suelo mi cartera de escolar, me abalancé frenética hasta
donde me alcanzaban los brazos, con los puños cerrados. Yango abrió una
bocaza redonda como una O de gigantes, se quedó unos minutos enarbolando
en el vacío su pincel que chorreaba líquida cal y pudo preguntar por fin lleno de
asombro:
– ¿Qué le pasa a la niña? ¿Le duele un diente, tal vez?
Y yo, ciega y desesperada, gritaba como un rey que ha perdido sus
estados:
– ¡Ladrón! Eres un ladrón, Yango. No te lo perdonaré nunca. Ni a papá, ni
a mamá que te lo mandaron. ¿Qué voy a hacer ahora cuando me despierte
temprano o cuando tía Fernanda me obligue a dormir la siesta? Los
odio a todos!
El buen hombre no podía comprender aquel chaparrón de llanto y
palabras irritadas. Yo me tiré de bruces sobre la cama a sollozar tan
desconsoladamente, como sólo he llorado después cuando la vida, como
Yango el pintor, me ha ido robando todos mis sueños. Tan desconsolada, e
inútilmente. Porque ninguna lágrima rescata nunca el mundo que se pierde ni el
sueño que se desvanece… ¡Ay, yo lo sé bien!



La mancha de humedad, extraido de Chico Carlo, Juana de Ibarbourou (1892 – 1979)

jueves, 22 de abril de 2010

Los diarios de un rebelde

De "habilis", sapiens, y utopías


Los utopistas soñaron mundos mejores. El problema del homo habilis es para un bienpensante no haber sido capaz de construirlos a la medida del sapiens.Y, malpensando (que no es lo mismo que pensando mal) el problema para el sapiens es que el "habilis" los hizo excatamente a su manera.De una manera hábil logro destilar la inteligencia ajena para incrementar su codicia.
Por eso dice Galeano, con toda razón, que la principal función de las utopías es una forma de locución. Es decir, sirven más para caminar que para instalarse. Porque el problema de la instalación de las utopías es tan complejo que casi se convierte en una forma fallida de performance.

Con un sistema educativo destinado a romper la creatividad natural del niño, llegados a una edad están bien preparados para aceptar las imposiciones, una vez que han dejado de pensar por sí mismos. Y así se reduce el pensamiento a la norma. ¿Desde cuándo se puede construir algo nuevo con un pensamiento homologado? Todo infante tiene su propio concepto de árbol, pero una vez en el parvulario Mrs. o Mr. B. le enseñan que un árbol es una piruleta verde con un palo. ¿Pueden los infantes llegar al lenguaje común desde la diversidad? Naturalmente que sí, cada uno en la medida de sus posibilidades. La igualdad no debe ser una apisonadora que deje a todos a ras de suelo.
¿Es que no estoy a favor de la educación? ¿abogo por una colectividad asocial? De ningún modo. Estoy a favor de la educación no de la domesticación.
¿Sería de desear que la educación recayera sólo en los progenitores? Sabemos que no, porque la mayoría de los progenitores ya han sido previamente domesticados. Y si no hubiesen sido domesticados , después de abandonar la caverna (no de Platón) hace mucho que los lazos sociales y gregarios de algún valor real, los cantos monotemáticos de iniciación, y las meritocracias y el origen, y los tabués de cada tribu, han sido derrocados por el canto monótono de la fábrica, y los tabués y la meritocracia del Ford T ,my darling Huxley.
¿Existen entonces sistemas de educación más preparados que otros para enseñar a pensar? Existen, otra cosa es que interesen.
Dijo el muy insigne Henry Kissinger, flamante Nobel de la Paz, junto a otros flamantes Nobel de esto o de lo otro, que España era un país de camareros. Por otra parte,y aún a pesar de la modorra y los sistemas de inhibición del pensamiento, también se cumple una predicción de algún aventajado, el proletariado es cada día más culto. Sí señor, aunque los términos "pueblo" y "proletariado" hayan sido liofilizados, lo cierto es que nunca como ahora ha habido tantos universitarios pobres limpiando cristales. Y como limpiar cristales es una opción que contribuye a la calidad de la visión del mundo, es de esperar que esta nueva forma de igualdad acreciente la claridad de las ideas. Y también la existencia de camareros licenciados de varias licenciaturas, incluida las de la vida nocturna. Políglotas y sobradamente preparados. Por la vía del capitalismo hay una salida gloriosa, cualquier actriz o actor con un Goya puede acabar enamorándose de uno y llevarlo a la ascensión social por la vía del amor, que es la vía opuesta a la de la guerra, y colocarlo en la misma posición que George Clooney a alguna de sus novias.
No debemos tampoco menospreciar las oportunidades que ofrece un país poco industrializado. Conociendo, como habilis y como sapiens, las maravillas mecánicas de la revolución industrial que llevaron a millares de campesinos a instalarse en los cinturones industriales de las ciudades con cuatro pollos y alguna cabra.

¿Es que entonces defiendo la felicidad agraria de levantarse a las cinco de la mañana a destripar terrones? Ni Pinto ni Valdemoro.
Conocemos la pobreza medieval del siervo de la gleba y no la cambiamos por la pobreza del hacinamiento ciudadano. Pero hemos podido contemplar las luchas sociales de los obreros por una vida digna, por un salario digno, por un horario indigno pero menos esclavista.¿No hemos aprendido nada?
También conocemos el desarraigo de esos millares de campesinos integrados en la gran ciudad. ¿Hemos de volver atrás? ¿Olvidar aquello que se entendía como "progreso"?
Volver atrás ni para tomar impulso, dicen. Pero una mirada lúcida a la Historia nos hace más humanos y más sapiens y probablemente menos habilis.


Verónica Pedemonte Morillo-Velarde

miércoles, 21 de abril de 2010

Aclaración

Como dije en el post anterior, la sección diccionario está abierta para el análisis de cualquier palabra que despierte mi atención, y me lleve a ahondar en su etimología.

En este caso fue un poema de Ángel Cerviño, actualmente en Las Afinidades electivas, a quien acabo de dejar un comentario.

El últinmo poema de la sección donde sugiere varios nombres, uno es "Sólo Huésped". Y me pareció muy interesante ahondar en la ambigüedad del término.

Enhorabuena a dicho poeta por su obra y gracias por la inspiración.

martes, 20 de abril de 2010

Diccionario

Quedó inaugurada en este blog la sección Diccionario el otro día, en respuesta a la carencia de términos que hoy asola al mundo, otrosí términos infinitamente gastados que en general no conducen a casi ningún sitio.

De este modo, cuando algo o alguien me llame la atención sobre algún término, no importa el motivo, traeré el termino hasta este blog para que indaguemos juntos sobre lo que decimos, qué creemos que decimos y qué entienden los demás.


Les adjunto Wikipedia que no está nada mal, sobre el ambiguo término "huésped", observen ustedes mismos.


Huésped

De Wikipedia, la enciclopedia libre


La palabra huésped según la Real Academia Española tiene dos significados. Por un lado, significa el cliente de un establecimiento hotelero, o el invitado a una casa por un anfitrión. Pero además, con un significado anfibológico, anticuado y ya en desuso, puede ser el mesonero o el amo de posada y la persona que hospeda en su casa a otra, es decir, el anfitrión. El uso con este último significado es desaconsejado por la Real Academia Española, lo que evita confusiones. Sin embargo, como término científico, huésped todavía conserva el sentido de "el que aloja", es decir organismo que aloja un parásito o simbionte, aunque resulta polémico y tiene muchos detractores que igualmente para evitar confusiones prefieren otras alternativas –véase Huésped (biología).




Origen de la palabra

Huésped deriva del término latino hospes, el cual es un compuesto antiguo de dos nociones distintas: hostis-pet-s. No obstante que el sentido clásico de hostis sea enemigo, el significado primitivo de la noción hostis es el de igualdad por compensación: es un hostis aquel que compensa la "donación" con una "contra-donación". Para explicar la relación entre huésped y enemigo, se suele admitir que uno y otro derivan del sentido de "extranjero" que aún es testimoniado en el latín por el "extranjero favorable", hospes, y el "extranjero hostil", nemicus. El segundo componente -pet en alternancia con -pot o "-pat" significaba originalmente en indoeuropeo la identidad ("el mismo") como en el lituano pat, pero usado para indicar representatividad se convirtió también en "amo, dueño o señor". Así subsiste -pot en términos como el griego despotes y el eslavo gaspadin. También adquirió significación de dominio como en "poder", "potente", "potestad", "posesión", etc.[2]
En la literatura latina [editar]

En realidad las palabras "extranjero", "enemigo", "huésped" son nociones globales y muy sumarias que deben ser precisadas, interpretadas en su contexto histórico y social. Émile Benveniste aporta una serie de ejemplos de fuentes antiguas y palabras relacionadas que revelan la significación original de hostis:[2]

* En la ley de las Doce Tablas se dice por ejemplo: adversus hostem aeterna auctoritas est, frase en la que la mayoría de las palabras no tienen el sentido del latín clásico, significa "enfrentando un extranjero, una reclamación de propiedad es persistente", es decir, no hay vencimiento para una reclamación de propiedad cuando se introduce contra un extranjero.
* Según el gramático latino Sesto Pompeo Festo se llamaban hostes aquellos que gozaban del mismo derecho que el pueblo romano y el significado de hostire equivalía al de aequare (igualar, intercambiar): “Eius enim generis ab antiquis hostes appellabantur quod erant pari iure cum populo Romano, atque hostire ponebatur pro aequare”. De esta noticia se conoce que hostis no era precisamente el extranjero, ni el enemigo. El derivado red hostire lo hace equivaler a referre gratiam, es decir devolver un favor.
* El sustantivo hostimentum es referido como beneficii pensatio o aequamentum, significando respectivamente "compensación de un beneficio" o "igualación".
* Plauto escribe: "promito hostire contra ut merueris", lo que significa "te prometo un servicio recíproco como el que tú te mereces" (Asinaria 377).
* Varrón explica: "Hostum vocant quod ex uno facto olei reficitur"> "se llama hostus la cantidad de aceite que se obtiene después de una sola operación de prensado" (De re rustica I 24.3 ). Aquí el producto es visto a modo de una contrapartida.
* Hostorium: es un palo para usar con una medida de capacidad de áridos en modo de asegurar un nivel constante.
* Según San Agustín, entre los antiguos dioses romanos, existía también una diosa Hostilina que tenía la tarea de igualar las espigas o de lograr que se compensaran adecuadamente las labores agrícolas con el producto de la cosecha.
* Por último, la conocida palabra hostia, se relaciona con la misma familia, indica en sentido propio: "la víctima que sirve para compensar la ira de los dioses", que indica una ofrenda en compensación y se distingue de la victima del sacrificio en el ritual romano.

Continuidad etimológica

Sustantivos primarios o derivados, verbos o adjetivos, términos antiguos de la lengua religiosa o de la lengua rural, todos se atestiguan en las lenguas indoeuropeas y confirman que el sentido primitivo de hostire, y por lo tanto el origen de la palabra hospes, es aequere: "compensación de un beneficio, volver iguales, compensar, igualar". Como cita Festo los hostes gozaban del mismo derecho que los romanos, un hostis no era un extranjero en general, a diferencia del peregrinus que vivía fuera del territorio, hostis era el extranjero en el que se reconocían derechos iguales a los de los ciudadanos romanos. Este reconocimiento de los derechos implicaba una cierta relación de reciprocidad, presuponía una convención. La alianza de igualdad y de reciprocidad que se establecía entre este tipo de extranjero y el ciudadano de Roma conducía a la noción precisa de hospitalidad. Esta palabra, que evidencia la institución de la hospitalidad, es muy antigua, ya que en otras lenguas indoeuropeas hay equivalentes con el mismo origen y uso como en el gótico gasts y el eslavo antiguo gosti.
Hostis y xenos cambian de significado.

Cuando la antigua sociedad se convierte en nación, las relaciones entre hombre y hombre, entre clan y clan, son abolidas; subsiste solo la distinción entre lo que es interno o externo a la civitas (ciudad). Y así la palabra hostis a asumido una acepción de "hostil" y ya no se aplica más que al enemigo. La historia de hostis resume el cambio que se ha producido en las instituciones romanas. Del mismo modo xenos, tan bien caracterizado como "huésped" por Homero, se ha vuelto más tarde simplemente "el extranjero", "el no nacional".


Hostis se relacionaba originalmente con la compensación, y el trato que iguala entre diferentes, y significaba entonces "el ajeno al clan con quien se tienen tratos de intercambio recíproco compensatorios". Luego pasa a significar "extranjero benévolo" en hospes, aunque más tarde hostis significará el "extranjero enemigo" del que derivan los usos actuales de hueste y hostil. Con el hospes (extranjero benévolo) podía tratarse en dos situaciones distintas, cuando 'se aloja entre nosotros' y cuando 'me alojo entre ellos'. Así hospes perdió el significado de extranjero y pasó a tener dos significados opuestos respecto a quién hace la acción de alojar, "el extraño alojado" y "el extraño que me aloja". Surge así una anfibología que aún está presente en las lenguas latinas, "el alojado" y "el que aloja". Por supuesto, una acepción, "el alojado", es de uso mucho más frecuente que la otra por ser más común la situación de 'un extraño alojado entre nosotros' que 'alojarse uno entre extraños'. Las lenguas evolucionan evitando las anfibologías y es por eso que el término menos usado tiende a suprimirse en el uso o a modificarse. La Real Academia Española, para ayudar a esa evolución, desaconseja el uso de huésped en el sentido menos usado de "el que aloja". Aunque hace esto con una excepción para la cual no se atreve a imponer su recomendación, y es que en el ámbito científico es de uso frecuente la palabra huésped con el significado del "organismo que aloja" un parásito o un simbionte. Este uso es estimulado en parte por el uso que se hace en otras lenguas de los términos científicos equivalentes derivados también de hostis. Sin embargo, en el ámbito científico hispano con la misma o más frecuencia es rechazado huésped debido a su uso contrario al significado común, y es sustituido por (o se prefieren) los términos hospedador, hospedero,anfitrión u hospedante.

La evolución natural hacia la supresión para huésped del significado menos usado, "el que aloja", ha sido ayudada también por la aparición de un termino mucho más reciente, anfritrión, con ese único significado. El término anfitrión surge en el siglo XVII en Francia a partir de la popular obra teatral Anfitrión de Molière, referida a un rey de Tebas famoso por su hospitalidad. Este término pasa también a hacerse popular en español y ya en 1869 se incorpora al diccionario de la Real Academia Española.

sábado, 17 de abril de 2010

El precio de los pródigos

El precio de los pródigos


A mi madre




Subí la escalera de hierro que daba el piso de arriba. Mi abuela acababa de dar un abrazo a mi madre después de doce años. Apenas una lágrima que no acabó de salir de su ojo y ella hizo bajar lentamente por su garganta. Hacía frío. La virgen de la hornacina nos miraba con sus ojos duros como escarabajos de cristal negro, ¿sabes Platero?.
Sentí que venía de un mundo rebosante de sentimientos para habitar un mundo de sentimientos ajusticiados. De un mundo de sentimientos condenados, temblando en la galería de la muerte, a un mundo donde los sentimientos esperaban un indulto, una amnistía que por fin les dejara vivir en paz, manifestarse como en los viejos tiempos. Y en ese intercambio imposible de una tierra enferma sin libertad y sin aire, de un reino herido, sin rey y sin Lanzarote, con un país que estaba perdiendo para siempre Excalibur, la espada de la Virtud y el escudo de la Verdad, Lau y yo estábamos en tierra de nadie. Flotando en el espacio intangible de un libro de familia declarado apátrida, con un carnet de identidad con huellas dactilares diminutas que decía:
Laureada Firenze,uruguaya cuatro años, tez blanca, pelo oscuro, iris negro, arco iris de ensueño, infancia iridiscente.
Venezia Firenze, uruguaya, siete años, tez blanca, pelo claro, iris verde, iridiscente soledad, orgullo iridiscente.

La Dama del Lago amenazaba con llevarse Excalibur, enterrar el sueño de Camelot bajo las aguas turbias, llenas de algas desoladas, sueños perdidos, héroes ahogados.
Lau y yo de la mano, en el bosque encantado de noche, vimos a mamá llorando. Tenía los pies descalzos, y el pelo rubio lleno de verdín. Lau y yo la abrazamos. Sin decir palabra, le dimos la mano, una a cada lado, y seguimos buscando el camino, algún sendero lleno de luz que nos llevara a casa. Sabíamos que la harían pagar un alto precio. Que su carta de liberta aún quedaba lejos, que el precio de la vida no era suficiente, había que dar más. Después de un campo de exterminio, una siberia helada. El precio de los pródigos.




Verónica Pedemonte Morillo-Velarde

(Viaje circular, Beca a la Creación literaria Junta de Extremadura, 1999)

viernes, 16 de abril de 2010

Diccionario

WIKIPEDIA

¿Cómo se llaman
los que consiguen prebendas
con malas artes:
lumpen, esquiroles, cortesanas?
Faltan definiciones
en el diccionario.


Verónica Pedemonte

Cuando Europa era el mundo

Finalista del Premio Internacional Ciudad de Melilla

Primer Accésit Premio Internacional Ciudad de Las Palmas

Vanitas

Vanitas vanitatum omnia vanitas.

martes, 13 de abril de 2010

Grouchomarxismo

Estimulante:

"Partiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cimas de la miseria"
Groucho Marx



Creo que hoy Groucho junto al gran Houdini son dos ejemplos imprescindibles para el desconocido sapiens sapiens.

sábado, 10 de abril de 2010

Guillermo el trovador

Farai un vers de dreit nien:
non er de mi ni d'autra gen,
non er d'amor ni de joven,
ni de ren au,
qu'enans fo trobatz en durmen
sus un chivau.

Haré un poema de la pura nada.
No tratará de mí ni de otra gente.
No celebrará amor ni juventud
ni cosa alguna,
sino que fue compuesto durmiendo
sobre un caballo.

Guillermo de Aquitania

martes, 6 de abril de 2010

Felicitaciones ala revista Isla Negra y a las Afinidades electivas

Como mi correo tiene problemas, agradezco desde aquí a Gabriel su carta, en relación al poema de Otoniel Guevara y nuestra conversación sobre la dedicatoria a su amiga Verónica (evidentemente una tocaya) en la revista Isla_Negra, que derivó en ese divertido comentario (que tanta gracia nos hizo a ambos) sobre todas las niñas llamadas Verónica de las que soy madrina.

También felicito a Agustín Calvo Galán por las Afinidades electivas, hoy he tenido tiempo y he leído a Juan Carlos Friebe.

Enhorabuena a ambos

Dulcinea en Manhattan

Por si el acoso (que empezó en 2003 ) y las dudas de algunos.



Dulcinea deja la lira


Yo amaba a la Lírica
como se ama a una bailarina del Bolshoi.
Por su cuello de cisne,
su cuerpo esbelto
y su mirada altiva.
Pero se acabó el baile y ahora debo
llevar la prosa a cabo
como feliz Aldonza.
Lejos el paraíso de lo etéreo.
Las estrellas del sueño de Huidobro.
Y ese cálido abrazo que me dabas
con diecisiete años.





Doncella de Orleans


No puedo convivir ya con vosotros.
Fuisteis los esquiroles de la melancolía.
¿Y ahora qué sois? Miraos.
Cobradores del frac de las vidas a plazos.
Estafadores de donantes de sangre.
La rebelión es una doncella muerta.
La justicia lleva la venda sobre el corazón.
Ya no es ciego el amor ni comunista.






Incrédulo

Si no crees que puedes cambiar,
estás echando flores a la muerte,
comulgando con ruedas de molino.
Si no crees que es posible
la transmutación de los cuerpos
y la transformación de las almas,
invierte tu dinero en mausoleos
y tus acciones cotizarán en tumbas.
Si no eres realista y pides lo imposible
ve a beber de la fuente estancada,
establece un pacto con el suicidio.
Harás un bien al mundo,
a ti un favor.




Helen Espinosa se queja

Todas las normas me han violado, señor Juez.
Me han rasgado el vestido
y me han herido el sexo.
No iba descocada, señor Juez,
era un largo Cocó a la rodilla.
Y sin embargo, no tuvieron piedad,
aplastaron mi NIF y mi fotografía.
Se quedaron con mi tanto por ciento.
Mi trozo de pastel, mi tierna imagen,
de niña de buena familia que no rompe platos.
¿Platos? Cayeron sobre mi cabeza.
¿Qué no me defendí bastante?
Puse la otra mejilla como buena cristiana.
El señor Juez* ya decidió arrestarme.
Por mi mala conducta.
Mi aspecto temerario.
Y ese aire terrible
de quien no cree en las normas.


*Juez era el apellido del señor.




Himno


A un paso del expolio
y a un renglón de la muerte
la vida con sus letras me reclama.
Feroz voy al combate.
Los gritos de la gleba son mi himno.




Los santos adolescentes


El hábil inca que en tu mano reza
me condujo al altar.
La revolución era un pañuelo
rojo en tu camisa.
El pelo heroico al viento
de tu discurso ardiente.
Y qué traición la tuya,
dejarme así, a medio morir,
el corazón en el mármol.
Sin consumar el sacrificio.
Vagué sin brújula
por el espacio tiempo.
Un vuelco del destino
me hizo volver de nuevo.
Tu corazón dormía
en el altar del índice Nikkei.
La rebelión era un pañuelo desteñido.
Recuperé mi corazón.



12 de Octubre

( Museo precolombino )


El dios tolteca me mira de soslayo
Y me invita a tomar su postura
de siglos en reposo,.
Miro a la piedra y solicito:
Piedad para los vivos.


Verónica Pedemonte Morillo-Velarde


Dulcinea en Manhattan Premio Internacional Kutxa Ciudad de Irún

Presentado en Irún 2002. En La Fundación Alberti como "Dulcinea en Nueva York" El Puerto de Santa María . Marzo de 2003, por Antonio Orihuela,junto al Director General del Libro Archivos y Bibliotecas y el Director de Patrimonio del Puerto de Santa María,en la Fundación Caballero Bonald por J. J.Téllez (2003).
Y FNAC de Sevilla, Agosto 2007.


Todos mis premios me fueron concedidos sin ningún padrino y sin ninguna relación entre esta escritora y los jurados o instituciones. Hasta del Ciudad de Mellilla del que fui finalista conservo reseña por si alguien tuviese alguna duda. Y, por supuesto, mis premios existen, aunque quizá alguien tiene la esperanza de que no hubieran existido. Lo lamento. En cuestiones de filosofía exquisita existir o no existir son delicuescentes delicatessen. Ser o no ser es otra cosa.

lunes, 5 de abril de 2010

Nazim Hikmet

Don Quijote

Caballero de la juventud inmortal:
a los cincuenta años se dejó arrastrar
por su idea, que latía en su pecho.

Una mañana de julio salió a la conquista
de lo bello, lo recto, lo justo.

Ante sí: el mundo
con sus gigantes
tontos y mulos.
Debajo: Rocinante.
Triste, pero heroico.

Yo lo sé:
si por azar cayeras en la pura nostalgia
y tienes además un corazón más blando que la nieve,
no habrá más caminos, Don Quijote mío, no habrá más caminos.
Hay que luchar con los molinos.

Tienes razón.
Sin duda, tu Dulcinea es la mujer más bella de la tierra.
Sin duda hay que gritarlo a la cara de los hipócritas.
Te arrojarán a tierra.
Te apalearán ferozmente.
Pero tú, paladín invencible de nuestra sed,
seguirás ardiendo como una llama
firme dentro de tu coraza de hierro.
Y Dulcinea se volverá doblemente más bella.

Nazim Hikmet



Todo lo que he escrito sobre nosotros es mentira...

Todo lo que he escrito sobre nosotros es mentira
No es lo que fue sino lo que yo quise
mis nostalgias detenidas en inalcanzables ramas
mi sed extraída del pozo de mis sueños
bocetos alumbrados.

Todo lo que he escrito sobre nosotros es verdad
tu belleza
o sea una cesta de frutas una mesa en el campo
cuando me faltas tú
o sea cuando me convierto en la última farola de la calle
del último rincón de la ciudad
cuando tengo celos de ti
o sea cuando corro de noche entre los trenes con los ojos vendados
mi felicidad
o sea río soleado que rompe sus diques.
Todo lo que he escrito sobre nosotros es mentira
todo lo que he escrito sobre nosotros es verdad.


Nazim Hikmet

Leipzig, 30 de septiembre de 1960

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)

viernes, 2 de abril de 2010

Paraíso

I

No pertenezcas ya más al simio,
sometido a las leyes
ancestrales del odio,
subyugado a todas las jerarquías.

II

Sube, asciende,
madre precisa del conocimiento,
une de nuevo el Universo roto.

Vuelve al origen,
siente el paraíso.



Verónica Pedemonte (Al este del edén)

Al Este del Edén

Quetzaltcoalt me dijo: muerde.
Y yo mordí de la manzana
del árbol de la ciencia
del bien y del mal.
Ser como dios es justo, dije.

Solo en el paraíso, protegido,
sin una imagen de la muerte,
apenas simio apenas ángel,
Adán me contemplaba.

Y rompí los anillos
de la materia sin materia.
He dado a luz.

Quetzalcoalt me dijo muerde,
y desplegó sus alas.


Verónica Pedemonte Morillo-Velarde

Al este del edén (plaquette, 1997)
Publicado también en la antología El placer de la lectura (UCA)