martes, 30 de julio de 2013
A veces un libro sirve para cargarse a una avispa de tierra, no hay que menospreciar su poder.
Concretamente con un libro de Kierkegaard, Temor y temblor, justo en la página que decía : Toma consejo de tu enemigo.
En este caso ha tenido una eficacia filosófica de 1-0.
Un amigo me dijo que tiró un ladrillo al sistema y se lo devolvieron en forma de premio. Yo con los ladrillos no me atrevo, los dejo para los maestros de obra. Ahora bien, un filósofo puede ser más o menos leve.
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