Dulce Navidad
Bocas por donde entra toda vida,
bocas de tibia miel y leche pura.
Bocas tiernas de amor adolescente.
Toda pasión y fuego
descontrolada boca.
Bocas ausentes
de desaparecidos.
Bocas turbias
cargadas de mentiras,
bocas en que no creo.
Bocas falsas que parecen reír
pero que muerden.
Bocas pletóricas
de amor y de esperanza.
Bocas que son heridas
bocas llagas,
bocas de Bosnia abiertas
bajo bombas feroces.
Bocas cerradas
como buzones viejos.
Bocas por donde escapa toda vida,
bocas de moribundos.
Bocas de diputados
que prometen y olvidan.
Bocas tristes sin besos.
Bocas del hambre
que deambulan solas
en Europa o en África.
Bajo el árbol de oro de Getsemaní,
que hoy adorné con la guirnalda roja,
no pasen nunca
para mí estas bocas.
Verónica Pedemonte
Diario de un rebelde
jueves, 24 de diciembre de 2009
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