HAMLET
Pues igual que al extraño, acógelo bien.
Hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horacio,
de las que sueña nuestra filosofía. Vamos,
como antes: jurad que nunca, Dios mediante,
por rara o extraña que sea mi conducta
(pues tal vez desde ahora crea conveniente
adoptar un talante estrafalario),
si me veis en tal tesitura, jamás,
doblando así los brazos, meneando la cabeza
o diciendo expresiones equívocas, como
"Nosotros lo sabemos", o "Queriendo, podríamos",
o "Si fuésemos a hablar" o "Los hay que si pudieran",
mostrando con frases tan ambiguas
que sabéis algo de mí... Jurad
que, Dios mediante y toda la gracia divina,
no haréis nada de eso.
domingo, 13 de diciembre de 2009
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