Salve a Gonzalo Rojas.
Dios te salve Gonzalo Rojas,
a ti llamamos las desterradas
hijas de Eva, a ti suspiramos gimiendo
en este valle de lágrimas y besos
porque has perdido el pie
de un zapato Gonzalo Rojas,
y también el otro.
El pie en el aire
el alma cerca.
Con alma de Fax te escribo
bajo los ángeles de Alberti.
Quién soy yo,
sino la hija de alguien poeta
que quizá probó la vid de Chile
cuando era vida, contigo.
¿Quién lo sabe?
Ese zapato en el aire
tan cerca del alma.
Y qué se puede hacer
con un zapato
áureo y vacío. Dios te salve.
“No estés ahí mirándonos debajo
de la lluvia,
todo es herida, pasa...”
Verónica Pedemonte Morillo-Velarde
Al este del edén 1997 (plaquette)
jueves, 28 de abril de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario