Quizá no fuera la melancolía
la que avivó el compás y la memoria
sentada en una esquina de la gloria
transubstanciada con tu compañía.
Quizá no fuera ayer la algarabía,
de la feria infantil, aquella noria,
fuera un retazo de cualquier historia
donde puso su clave la alegría.
Quizás ni ayer ni hoy sino mañana
en un bucle del tiempo misterioso
de otra dimensión desconocida.
En el número áureo de otra vida
en que yo te ofreciera la temprana
rosa nocturna de un adiós glorioso.
Verónica Pedemonte
Añadido en antología posterior a Lenguas de fuego (título-homenaje a Lenguas de Diamante de Juana de Ibarbourou) (Hampshire, 2005, bilingüe)
sábado, 6 de febrero de 2010
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