PARA CURAR LA POESÍA
Al hombre le dicen:
Tienes que definirte,
es peligroso ser tú,
tienes que firmar documentos,
teñirte el alma de un color.
Tener a punto tu carnet de identidad.
Tienes que cumplir las leyes establecidas
aunque esas leyes carcoman tu alma.
La proporción es directa
como describir el ojo podrido
de la civilización de nuestro siglo XX.
Los matemáticos desnudan
los números, los quedan en los huesos
y hacen pruebas para que todo salga exactamente bien.
Las pruebas de la poesía salen siempre mal,
porque si el grito numeralmente humano de la poesía
saliera matemáticamente bien, no sería exacto.
Entonces, poetas, creo, creemos,
que para curar la poesía
no sirve la belleza.
Manuel Pacheco
jueves, 4 de febrero de 2010
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