viernes, 2 de abril de 2010

Al Este del Edén

Quetzaltcoalt me dijo: muerde.
Y yo mordí de la manzana
del árbol de la ciencia
del bien y del mal.
Ser como dios es justo, dije.

Solo en el paraíso, protegido,
sin una imagen de la muerte,
apenas simio apenas ángel,
Adán me contemplaba.

Y rompí los anillos
de la materia sin materia.
He dado a luz.

Quetzalcoalt me dijo muerde,
y desplegó sus alas.


Verónica Pedemonte Morillo-Velarde

Al este del edén (plaquette, 1997)
Publicado también en la antología El placer de la lectura (UCA)

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