lunes, 11 de abril de 2011

Tiembla, Roma (Cuando Europa era el mundo)

A LA LOBA DE ROMA

Allá en los arrabales,
tenías pocos años
cuando Rómulo y Remo
te hicieron su nodriza.
En tu puerta escribiste:
SOY LA LOBA DE ROMA
HAY LECHE PARA TODOS.
A mí acuden la púrpura y la espada.
Aunque la flor la dejo para otras.
Y si Rómulo y Remo
me salieron bastardos,
mi instinto me asegura
que más de un asesino
ha probado mis ubres.
Hice lo que sabía.
Nací en la madriguera
de las perras tenaces.
Soy la loba de Roma.
Si no puedo recitar a Virgilio
mis caderas entienden a Catulo.



CUALQUIERA

Onán tiene tu nombre.
Llega de noche,
rasga la blonda
y me interroga
como la GESTAPO,
y yo le doy tu nombre,
pierdo la dignidad,
me convierto en cualquiera.


AL PIE DEL CORAZÓN

Cuanto duele este amor
producto de mi mente
que se instala
al pie del corazón
y dice:
Existo.



A LA HECHICERA

Dile a Cupido,
si te lo encuentras (en los momentos mágicos)
que no bebió de la loba de Roma.
Tiene una leche pésima.



Verónica Pedemonte


Cuando Europa era el mundo (Las Palmas, 2006)

1 comentario:

  1. Tengo que decir (para aquellos que no van más allá de lo políticamente correcto) que este libro fue perfectamente entendido por los jurados que lo votaron (cuyas opiniones guardo, tanto de los que lo declararon finalista del Ciudad de Melilla como los que lo premiaron con el Primer Accésit del Ciudad de Las Palmas)que no se quedaron en la mera apariencia sino que entendieron las diversas metáforas contra el poder que contiene.

    Por lo demás (para los que no lo entienden) decir que me encuentro perfectamente y llevo una vida de lo más satisfactoria. Gracias.


    Ah... y no soy Maquiavelo, ni la loba de Roma. Pessoa, échales un cable.

    ResponderEliminar