lunes, 15 de noviembre de 2010

Psicología elemental para porteras de noche

Para otros usos de este término, véase Proyección (desambiguación).

La proyección es un mecanismo de defensa a través del cual el individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen interno o externo atribuyendo incorrectamente a los demás, sentimientos, impulsos o pensamientos propios, que le resultan inaceptables o que le generan negación. Consiste en proyectar cualidades, deseos o sentimientos que producen ansiedad fuera de sí mismo, dirigiéndolos hacia algo o alguien a quien se los atribuyen totalmente.

El término proyección tiene otras acepciones, la manejada aquí es el significado psicológico asumido y desenvuelto por el psicoanálisis.

En este orden, y puntualizando lo que ya se adelantó, el psicoanálisis entiende por proyección a uno de los mecanismos de defensa mediante el cual el sujeto, normal, neurótico o psicótico, expulsa de sí, en un proceso de segregación psíquica -localizando en persona o cosa externa-,sentimientos, cualidades, e incluso "objetos" que no termina de aceptar como propios. Con este mecanismo nos enfrentamos a un mecanismo de defensa muy arcaico que de modo patente se ve desarrollar en conductas paranoides o directamente paranoicas. También, como veremos, en algunas formas de pensamiento normales de la vida cotidiana.


(Esto es psicología profunda, se ruega no hacer "la terapia de la portera", acepción del antipsiquiatra Jervis, con todo respeto a los trabajadores de las porterías,que más bien se refiere a la terapia de la vecina-o demasiado habladores y demás ejemplares "bienintencionados " y cotillas del ejército de salvación, sección beatas alternativas, muchas gracias)

Y ya que nadie dice nada porque están ocupados en menesteres más altos: ¡Viva el pueblo saharaui!

1 comentario:

  1. Cuando dije "con todo respeto a los trabajadores de las porterías" quise decir para los trabajadores y trabajadoras, que es más políticamente correcto en esta parte civilizada de Europa, quizá con la esperanza de que el lenguaje corrija las ignominias de la política y de la sociedad.

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