Nació mujer y la llamaron Eva.
Lilith la persiguió en noches de luna,
robándole los hijos de la cuna
transfigurada con la luna nueva.
Entre las frescas hierbas del Edén
algún hacha de sílex negro y duro
anunció la presencia del oscuro
camino del exilio y del desdén.
En un árbol subida la serpiente
enroscada en cadena dijo: Adán,
y le ofreció mezquina aquel instinto.
Y fue el sabor tan fuerte que el afán
de probar más de todo lo distinto
dio un súbito relámpago en su mente.
Verónica Pedemonte
Mínima estrella
miércoles, 15 de septiembre de 2010
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