Cabeza de dragón
La afilada cabeza del dragón,
de un bosque medieval y solitario
sobresalía como un calendario
del año mil al fuego del salón
y no bien contenida la emoción
de ver tamaña fiera sobre el diario,
con las noticias de tu aniversario
haciendo de cornisa en el fogón,
invocaste a San Jorge y a Merlín
a los santos y dioses de ese día,
el dragón ya llegaba hasta el jardín.
Todos los libros de sabiduría
ardieron con la parra y el jazmín.
Diosa de agua apareció María.
Verónica Pedemonte
de Mínima estrellla (Góticos)
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario