Hoy 16 de diciembre, otro aniversario de alguien querido, autor universal, el último poeta que se nos fue del 27, de verbo ágil y maravilloso.
Estuvimos con él en la Casa de Santo Domingo 25, los poetas Faelo Poullet, Inmaculada Moreno, Enrique García-Máiquez, Julio Rivera, Jesús Graván y quien esto escribe.
No pudo venir finalmente a la cita Raquel Zarazaga, por motivos justificadísimos.
Todos (no me cuento) recitaron y glosaron extraordianriamente bien la figura del poeta.
Todos (esto sí) pusimos nuestro nombre y nuestro trabajo bajo el nombre de Rafael Alberti.En esa misma casa en otras ocasiones habíamos presentado nuestros libros.
Este poema (que publico a renglón seguido) lo leí en el funeral de Alberti, siéndome imposible leer ninguno más debido al nudo en la garganta. Forma parte de una serie de sonetos que escribí para Alberti dos años antes de su muerte y que están publicados en dos o tres revistas.
Hoy lo he vuelto a leer por un motivo mucho más alegre como es el de celebrar el aniversario de su nacimiento, y de este modo desvanecer su carga de tristeza.
SI GARCILASO VOLVIERA
Vino el que yo quería,
Rafael Alberti.
Vino el que tu querías, no la muerte.
Ángel bueno del cielo desprendido,
cinturón de doncella convertido
en pulso de tu alma y de tu suerte.
Ni era piedra, ni hollín, ni estaba inerte.
Era un ángel audaz, estaba herido.
Del ceñidor de Venus desceñido
vino el que tu querías, a quererte.
El que te dió a morder esa manzana.
Se llamaba Poesía y su escudero
era un ángel azul de la mañana.
Se hizo la tarde, y en su cáliz grana,
Garcilaso te armaba caballero
bajo la luz de plata gaditana.
Verónica Pedemonte Morillo-Velarde
jueves, 16 de diciembre de 2010
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Un honor tu paso por mi blog y, desde luego, un placer saborear tus versos. Es Alberti una de mis debilidades y con estos versos me tocas el alma. Volveré.
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