miércoles, 20 de mayo de 2009

Dulcinea deja la lira (siempre que sea necesario)

Pasaporte a la gloria


Yo hablo en otro idioma.
Cuando usted me dice:
- Esto a cambio de esto.
- Yo, esto, no lo vendo.
No entiendo, soy extranjera
cuando usted me dice:
- Algo, a cambio de algo.
-¿Puso usted su capital a renta fija?
Es verdad que no estuve en la Rue de Boulogne,
ni visité las noches de Cabiria.
Cuando usted me dice:
- Está bien ,se lo dejo más barato.-
No lo entiendo, yo, de Marruecos, sólo recuerdo el té.
Tampoco entiendo cuando usted me dice
la hora y el hotel,
y después a la gloria.
Quizá porque usted dice gloria,
pero yo escucho : Bosta de caballo.
Y eso que estudié idiomas,
lenguas romance, árabe,
lenguas anglogermánicas.
Sus palabras de oro,
no es que usted no pronuncie
con mucho estilo,
me entran por un oído
y salen por el otro, de latón.
No es que mi cerebro las oxide,
es que tiene un detector de metales,
y le chocan los idiomas extraños,
es xenófobo a las lenguas fenicias.


Verónica Pedemonte Esclavos y libertos , Gerardo Diego 2000, Editorial cervantina, Santander

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