Tú que al poder invocas,
y a su mansión acudes,
cuando pongas al fin tu pie
en el cuello del mundo: reza,
que tu sillón no se convierta
en silla eléctrica.
Verónica Pedemonte Morillo-Velarde, Esclavos y libertos, Gerardo Diego 2000
viernes, 19 de junio de 2009
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