Déjame Gran Hermano,
no pongas tu ojo en mi.
No mandes mensajeros
con etiquetas.
No me borres
de las listas de crédito.
No me censures,
tengo baraka
tengo la suerte
del principiante.
Si juego al póker
no soy tu comodín.
Déjame Gran Hermano,
todo es inútil,
mi madre fue del Mayo Francés,
a mi abuelo lo mataron los rojos,
mi padre es comunista.
Mi abuela tiene cientos de años,
mis hijos miles.
Yo me acosté con Freud
y amanecí con Bakunin.
Déjame Polifemo,
no pongas tu ojo en mi,
Ulises anda cerca
y Galatea no te ama.
Esclavos y libertos , Gerardo Diego, Santander 2000, Editorial cervantina
viernes, 5 de junio de 2009
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