Tristán y Tristana
(a Luis Buñuel)
Hay proposiciones deshonestas
que merecen al menos
el suicidio.
Es decir, por ejemplo:
Cambio mi piso,
(son ciento veinte metros)
por amor estable.
A la cojera de tu alma sumo
mi cincuenta por ciento
en bonos del Estado.
Te beso a ti
pierna quebrada, amante,
dama de sueños rotos,
a ti, querida mía,
desde que te conseguí
a un precio módico
en aquel asilo de huérfanos.
No obstante, qué cara me resulta
tu invalidez perpetua.
Hoy leí en el periódico
(los periodistas siempre mienten)
que el amor estable
ha causado más muertes
que el suicidio.
Sobre tu almohada dejo,
este ramo de rosas,
por si acaso.
Verónica Pedemonte , De cuento, Esclavos y libertos, Gerardo Diego 2000
jueves, 18 de junio de 2009
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